¿Por qué sufro insomnio?
Las más frecuentes son las alteraciones emocionales y aquellas situaciones que se acompañan de intensa ansiedad, preocupación, tensión psíquica, angustia, miedo o tristeza y que pueden afectar a la persona. Estos insomnios tienden a cronificarse.
En segundo lugar, están las causas médicas: enfermedades o problemas físicos que pueden perjudicar el sueño por no permitir la relajación previa al momento de dormirse, por interrumpir el sueño durante la noche, producir dolor o sensaciones molestas como picores, escozor, etc. Aquí se incluyen también las enfermedades psiquiátricas (ansiedad, depresión, esquizofrenia, etc.), así como otras enfermedades del sueño que contribuyen a dormir menos o peor (síndrome de piernas inquietas, síndrome de apnea del sueño, parasomnias, etc.).
También existen causas externas, que suelen implicar factores ambientales que influyen de modo negativo sobre el sueño: malos hábitos de sueño, uso y abuso de sustancias y medicamentos, trabajo por turnos o viajes frecuentes.
Además, hay insomnios relacionados con la toma de sustancias. Los estimulantes (café, refrescos de cola, chocolate, etc.) tomados por la tarde-noche pueden producir insomnio de conciliación. El alcohol produce alteraciones del sueño con insomnio de mantenimiento (frecuentes despertares) y sueño superficial. Y la toma de estimulantes o el abuso de sustancias tranquilizantes puede provocar insomnio también como efecto de la abstinencia de esas sustancias.
Fuente documental: https://cinfasalud.cinfa.com